MOVIMIENTO 8 Y 9 DE JUNIO: agosto 2011

!!!Los Estudiantes Somos Transformadores, No Delincuentes!!!

Durante ocho años, la seguridad democrática o más bien la inseguridad democrática de Uribe, sumergió al país en una profunda crisis humanitaria e institucional. Gracias a la demagogia se implanto una idea de seguridad en la ciudadanía (que llego a reclamarla) y puestos los ojos en el enemigo, se llevaron a cabo vejámenes que rompen con los límites morales que sobrepasan cualquier razonable táctica de guerra, pisoteando el Derecho Internacional Humanitario y la misma Carta Magna que nos rige.

En aras de salvaguardar la seguridad nacional y gracias a la exaltación desmedida a las fuerzas armadas, represoras y criminales del Estado, surgieron prácticas como los falsos positivos. En el afán por vigilar y acallar a opositores, se interceptaron teléfonos sin orden judicial utilizando el aparato de inteligencia del Estado, y si quisiéramos enumerar todas las irregularidades nos quedaría faltando mucho espacio.

Es necesario ubicarnos en este contexto para comprender, de manera global, la álgida situación que hoy aqueja a la Universidad, analizando cuidadosamente el falaz discurso del administrativo y descubriendo las verdaderas razones que los han llevado a la imposición arbitraria de todas las medidas que ellos llaman “de seguridad”.

En la Universidad desde hace un tiempo, la administración ha implantado con su discurso una sensación de inseguridad y de desorden en el interior del claustro, que propician el ambiente para que sus imposiciones sean fácilmente legitimadas por la comunidad académica, que por de mas, y lo decimos con respeto, se ha dejado manipular por la administración que ha puesto todo sus recursos en la generación conceptual del caos. Es decir, la Universidad está viviendo su propio régimen de “seguridad democrática”

Como reflejo del país, y eso lo debemos recordar siempre, la Universidad es el espacio propicio para la convergencia de las ideas, el debate abierto y sin ningún atisbo de temor, para la construcción y expresión del pensamiento crítico, para la disidencia política y para la protesta social, reivindicadora de los derechos de quienes históricamente han sido olvidados por un Estado indolente y represor. Es por esto que las medidas adoptadas por el administrativo de la Universidad, no buscan garantizar la seguridad, sino señalar al que piensa diferente, perseguir al que ejerce su derecho legítimo a la protesta, y garantizar las condiciones necesarias para la implementación del ideal de sociedad neoliberal puesto en marcha por los gobiernos que nos vienen rigiendo en una dictadura disfrazada de democracia: sujetos moldeables, sin ideología, sin capacidad de debate y menos de rebelarse, estudiantes que no desarrollan ni valoran el pensamiento crítico y asumen como verdad las premisas gubernamentales y que sean laboralmente útiles a los intereses de las multinacionales.

Hemos sido el experimento de lo que se implementara en todas la Universidades del país, no es gratuito los desafortunados acontecimientos de los últimos meses en la Universidad Industrial de Santander con cuyos estudiantes nos solidarizamos, y los que seguramente acaecerán en los demás campus educativos.

Si los estudiantes y la comunidad académica en general del país no logramos formar una coalición en defensa de la educación pública de calidad, estaríamos presenciando el último aliento de vida que le queda a la Universidad Pública. Hoy más que nunca cobra vigencia los ejes fundamentales del manifiesto de Córdoba: Autonomía Universitaria, libertad de cátedra y educación gratuita, aniquilados definitivamente si la reforma a la ley 30 de 1992 es aprobada.

La situación actual de la Universidad, requiere una atención especial de cada uno de sus miembros, no cabe el papel de espectadores pasivos que continúa su vida como si su centro de educación fuera una responsabilidad de algunos pocos. Es imperativo el concurso de toda la comunidad, sobre todo de los estudiantes que hemos cultivado y mantenido a precio de sangre el pensamiento crítico y el derecho a manifestarnos por las penurias que cada día nos vemos obligados a vivir, cuando llega el final del mes y no hay plata para el mercado de la casa, cuando no hay dinero para “copias” ni pasajes, en esos momentos todos estamos llamados a no callar, a participar, no se trata de ser marxista o liberal, lo que importa es que nos quedaremos sin universidad y eso nos afecta a todos.

Ante una administración que es incapaz de entablar diálogos francos y directos con los estudiantes, su razón de ser, que se burla descaradamente de nosotros y es mentirosa y solapada en sus verdaderas intenciones, es hora que nos levantemos y, a ejemplo de los Chilenos, digamos no más, debemos vencer el miedo a la represión y juntar esfuerzos para que sistemáticamente consolidemos el Frente Unido en defensa de la Universidad de Antioquia, patrimonio del Pueblo, derecho de todos.

“POR UNA UNIVERSIDAD ACADÉMICA, CULTURAL, ARTISTICA, CRITICA Y REVOLUCIONARIA

VAMOS TODOS A ESTUDIAR Y A LUCHAR”

“LOS ESTUDIANTES DE NUESTRA PATRIA HAN LUCHADO DIVIDIDOS PERO AHORA ESTÁN RESUELTOS A FORMAR UN FRENTE UNIDO”

Estudiantes a crear y consolidar… EL PODER POPULAR!!!

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