¡LA UNIDAD ES UN GRAN PARTE DE VICTORIA!
En nuestro diario vivir en la universidad escuchamos a menudo, de una forma muy significativa, la palabra unidad. Desgastada en muchos espacios, dicha palabra recupera su importancia fundamental en la acción, en la materialización del concepto de unidad, destruyendo el fraccionamiento generado entre los diferentes movimientos sociales y políticos que buscan posicionar sus problemas en el escenario publico y construir soluciones partiendo de diversos principios políticos e ideológicos.
Cada movimiento social se debe a una serie de reivindicaciones que parten desde el seno de sus problemáticas, constituyéndose así como la vos de un sector de la sociedad en contra de las políticas estatales. Esta lucha por un mejor porvenir, planteada por los diversos movimientos sociales, se ha centrado en tener un punto individual e aislado del problema, caminando cada uno de forma casi que individual. Sin embargo, el punto clave de la situación se encuentra en el hecho de que todas estas reivindicación se deben a una serie de problemas sociales y estos, a su ves, se deben a la dinámica del capital de nuestro sistema político, económico, ético, moral, filosófico, entre otros. Así, compartimos un mismo norte, un mismo horizonte de sueños y esperanzas, en el que sí es posible la construcción de una nueva sociedad y un gobierno de soberanía, paz, equidad y justicia social, que véase desde el punto en que se vea, no es mas que la participación de todos en la construcción del país que queremos y soñamos.
Entonces la cuestión se centra en: ¿cuanto más tiene que pasar para darnos cuenta de la necesidad de articulación de los movimientos sociales y políticos?, y esto no se refiere, mal entendidamente, al solo hecho de pensar en su importancia, sino en actuar alrededor de ello para no seguir desgastando su relevancia en cuestiones de mero discurso. Ligar la teoría de la unidad con la práctica de la unidad, de forma contundente en contra de los enemigos del pueblo.
La universidad, como centro de conocimiento, con un sector social y un movimiento propio de sus reivindicaciones, se debe a la sociedad, proviene de ella y la retroalimenta de forma recíproca. Así los estudiantes estamos llamados a analizar y trasformar la sociedad desde nuestras bases académicas, sin olvidar nunca que somos parte de un pueblo que sufre bajo el yugo opresor del capital. Por esto los estudiantes estamos llamados a crear y a consolidar el poder popular, en la articulación del movimiento estudiantil con los demás movimientos sociales que día a día luchan por un mejor país y una nueva sociedad.
ESTUDIANTES A CREAR Y A CONSOLIDAR, EL PODER POPULAR...
POR LA EDUCACIÓN PÚBLICA, NI UN PASO ATRÁS!!!
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